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Spanish translation of an excerpt from Nicholas Carr’s The Shallows.

by
Nicholas Carr

From Adbusters #99: The Big Ideas of 2012


Lao P. Xia Xiaowan

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A lo largo de los últimos 20 años, una serie de estudios psicológicos han revelado que después de pasar un periodo de tiempo en un entorno rural tranquilo, cercano a la naturaleza, las personas presentan una mayor atención, mejor memoria y generalmente una mejor cognición. Sus cerebros devienen más calmados y más agudos. La razón, según la teoría de la restauración de la atención o ART, es que cuando las personas no están siendo bombardeadas con estímulos externos, sus cerebros pueden, efectivamente relajarse. Ya no tienen que poner a prueba la operatividad de su memoria procesando un flujo constante de distracciones. El estado contemplativo resultante refuerza su habilidad para controlar sus mentes.

Los resultados más recientes de dicho estudio fueron publicados en Psychological Science a finales de 2008. Un equipo de investigadores de Michigan liderados por el psicólogo Marc Berman, reclutaron a unas tres docenas de personas y las sometieron a una serie de exámenes rigurosos que además provocan cansancio mental, diseñados para medir la capacidad de su memoria activa y sus habilidades para ejercer un control organizado sobre su atención. Los sujetos fueron divididos en dos grupos. La mitad de ellos pasaron alrededor de una hora paseando en un parque con árboles y la otra mitad pasó un tiempo equivalente paseando en las calles del centro de una ciudad. Los dos grupos fueron examinados una segunda vez. Los investigadores encontraron que los resultados de las personas que habían pasado tiempo en el parque habían mejorado de forma significativa en los tests cognitivos, indicando un incremento substancial de la atención. En contraste, caminar por la ciudad no derivó en ninguna mejora en los resultados de los tests.

Los investigadores realizaron otro experimento similar con otro conjunto de personas. En vez de pasear entre las distintas rondas de pruebas, los sujetos simplemente miraban fotografías de escenas rurales tranquilas o escenas del ajetreo urbano. Los resultados fueron los mismos. Las personas que miraron fotografías de la naturaleza fueron capaces de controlar mejor su atención, mientras que los que miraron escenas de la ciudad no mostraron ninguna mejora en su capacidad de atención. Los investigadores concluyeron que “en suma, interacciones simples y breves con la naturaleza pueden provocar un notable incremento del control cognitivo.” Pasar tiempo en el mundo natural parece ser de “vital importancia” para un “funcionamiento cognitivo efectivo.”

No hay ningún Sleepy Hollow en internet, ningún lugar pacífico en donde la contemplación pueda ejercer su magia restauradora. Sólo hay el interminable e hipnótico bullicio de la calle. Los estímulos de la red, como los de la ciudad, pueden ser vigorizantes e inspiradores. No querríamos deshacernos de ellos. Pero también nos agotan y nos distraen. Tal y como Hawthorne comprendió, pueden fácilmente abrumar los modos de pensamiento más tranquilos. Lo que alimenta la preocupación del científico Joseph Weizenbaum y del artista Richard Foreman es uno de los mayores peligros al que nos enfrentamos; al automatizar el trabajo de nuestras mentes, al ceder el control del flujo de nuestros pensamientos y memorias a un sistema electrónico poderoso, se produciría una lenta erosión de nuestra humanidad.

El pensamiento profundo no es el único que requiere tranquilidad y exige tener la mente atenta. También lo necesitan la empatía y la compasión. Los psicólogos han estudiado durante mucho tiempo cómo las personas experimentan el miedo y cómo reaccionan frente a las amenazas físicas, pero sólo han empezado a investigar recientemente los orígenes de nuestros más nobles instintos. Lo que están descubriendo, según explica Antonio Damasio, director del Instituto USC de Cerebro y Creatividad, es que las más altas emociones emergen de procesos neuronales que son “inherentemente lentos”. En un experimento reciente, Damasio y sus compañeros experimentaron con varios sujetos haciéndoles escuchar historias en las que se describían a personas que experimentaban un dolor físico o psicológico. A estos sujetos se les realizó una resonancia magnética durante la cual debían recordar las historias. El experimento reveló que mientras que el cerebro reacciona rápidamente a las demostraciones de dolor físico- cuando vemos a alguien que está herido, los centros de dolor primitivo en nuestro propio cerebro se activan casi de manera instantánea – el proceso mental más sofisticado de empatía con el sufrimiento psicológico se desarrolla con mucha más lentitud. Los investigadores descubrieron que el cerebro tarda tiempo “en trascender el involucramiento inmediato del cuerpo” y en comenzar a comprender y a sentir “las dimensiones psicológicas y morales de una situación”.

El experimento, dicen los académicos, indica que cuanto más distraídos estamos, menos capaces somos de experimentar las formas más sutiles de empatía, de compasión y otro tipo de emociones. “Para algunos tipos de pensamiento, especialmente para la toma de decisiones morales sobre las situaciones sociales y psicológicas de otras personas, necesitamos un tiempo adecuado de reflexión” advierte Mary Helen Immordino-Yang, miembro del equipo de investigación. “Si las cosas suceden de manera excesivamente rápida, quizás nunca puedas experimentar plenamente las emociones sobre los estados psicológicos de otras personas”. Sería precipitado llegar a la conclusión de que internet está socavando nuestro sentido moral. No sería precipitado sugerir que como la red desvía nuestros caminos vitales y disminuye nuestra capacidad para la contemplación, está alterando la profundidad de nuestras emociones así como nuestros pensamientos.

Hay quienes están animados por la facilidad con la que nuestras mentes se están adaptando a la ética intelectual de la red. “El progreso tecnológico es irreversible”, escribe un columnista del Wall Street Journal, “así que la tendencia hacia la multi-tarea y el consumo de muchos tipos diferentes de información sólo puede continuar como hasta ahora.” Sin embargo no debemos preocuparnos, porque nuestro “software humano” con el tiempo “alcanzará a la tecnología de las máquinas que hizo posible la abundancia de la información.” “Evolucionaremos” para convertirnos en consumidores de datos más ágiles. El escritor de una historia de portada en la revista New York dice que mientras nos acostumbramos a “la tarea del siglo 21” de “encajar” entre bits de información en línea, “el cableado del cerebro cambiará inevitablemente para manejar de forma más eficiente más información.” Quizás perdamos nuestra capacidad “para concentrarnos en una tarea compleja de principio a fin”, pero en recompensa ganaremos nuevas técnicas, como la habilidad para “mantener 34 conversaciones de manera simultánea en seis medios diferentes.” Un destacado economista escribe con entusiasmo que “la red nos permite tomar prestadas fuerzas cognitivas del autismo para ser mejores infóvoros.” Un escritor de Atlantic sugiere que nuestro “trastorno de déficit de la Atención inducido por la tecnología” quizás sea “un problema a corto plazo,” proveniente de nuestra dependencia de “costumbres cognitivas que han evolucionado y se han perfeccionado en una era de flujo informativo limitado.” Desarrollar nuevos hábitos cognitivos es el único enfoque viable para navegar en la era de la conectividad constante.”

Estos escritores están en lo correcto argumentando que estamos siendo moldeados por nuestro nuevo entorno informativo. Nuestra adaptabilidad mental, anclada en los más profundos circuitos de nuestras mentes, da comienzo a la historia intelectual. Pero si están cómodos en sus consuelos, éstos son fríos. La adaptación nos ayuda a ajustarnos mejor a las circunstancias, pero cualitativamente es un proceso neutro. Lo que importa al final no es que seamos apropiados, sino en lo que nos convertimos. En la década de 1950, Martin Heidegger observó que la creciente “marea de revolución tecnológica” podía “cautivar, hechizar, deslumbrar y seducir tanto al hombre que el pensamiento calculatorio podría algún día ser aceptado y practicado como la única manera de pensar.” Nuestra habilidad para involucrarnos en un “pensamiento meditativo”, que él veía como la mismísima esencia de nuestra humanidad, podría ser víctima de un proceso precipitado. El avance tumultuoso de la tecnología, como la llegada de la locomotora a la estación de Concord, podría ahogar las percepciones, pensamientos y emociones refinadas que surgen solamente a través de la contemplación y de la reflexión. El “desenfreno de la tecnología”, escribió Heidegger, amenaza con “atrincherarse en todas partes”

Quizás estemos entrando en la fase final de ese atrincheramiento. Estamos dando la bienvenida al desenfreno en nuestras almas.

Nicholas Carr es el ex editor ejecutivo de Harvard Business Review. Es conocido por su árticulo de portada en The Atlantic en que se preguntaba, “¿Nos está volviendo tontos Google?” Ha explorado esta cuestión en mayor profundidad en su libro más reciente The Shallows: Lo Que Internet Está Haciendo Con Nuestros Cerebros. Carr vive en Colorado y bloguea en roughtype.com

Excerpted from The Shallows: What the Internet Is Doing to Our Brains by Nicholas Carr (c) 2010 by Nicholas Carr. Used with permission of the publisher, W. W. Norton & Company, Inc.

Translated by the Translator Brigadestranslatorbrigades@gmail.com

¿Por qué no puedo sentir lo que veo?

¿Cuál felicidad se le ha negado a nuestra generación?

by
Jeffrey Andreoni

From Adbusters #89: The Ecopsychology Issue


David Stewart – Gameboys from Fogeys series

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No puedo seguirle el paso a mi abuelo. Cada vez que lo veo, está en camino al gimnasio, va a una excursión de pesca o va a tener una cita con su "muñequita". Mi abuelo tiene 87 años (su muñequita tiene 90) y es una de las personas más felices que haya conocido. A mis 32 años, mi temperamento alegre parece disminuir en proporción inversa a mi edad y eso me hace preguntarme cómo es que mi abuelo, que creció pobre en Hell’s Kitchen y peleó en el extranjero, es mucho más jovial y enérgico que yo.

El psicólogo Martin Seligman realizó dos estudios en los años 70 en el que se le preguntó a personas de diferentes edades acerca de la depresión. Comparando las respuestas de diferentes generaciones, Seligman encontró que la gente más joven es más propensa a padecer depresión que la gente mayor. De hecho, un estudio descubrió que la gente que nació en el segundo tercio del siglo XX tenía diez veces más probabilidades de sufrir de una depresión severa que los que nacieron en el primer tercio del siglo. Por lo tanto, estadísticamente, mi abuelo tiene una mayor probabilidad de ser feliz que yo. 

No lo entiendo. Fui el primer niño del vecindario en tener un Nintendo. Obtuve un automóvil en mi cumpleaños 16 y no tuve que trabajar un sólo día mientras estaba en la universidad (a menos que cuente vender pipas hechas en casa en los conciertos de Phish). Mi abuelo creció sin nada. Tuvo que abandonar la preparatoria durante la Depresión para ayudar a su familia y ganaba dinero lustrando los zapatos de los ebrios en un bar local. ¿Por qué mi generación, que tiene relativa riqueza y privilegios, está presentando índices de depresión más altos que cualquier otra generación?

Recurrí al filósofo francés Jean Baudrillard en busca de algo de iluminación acerca de esta interrogante. Aparentemente, en el siglo XIX, por primera vez en la historia, los humanos comenzaron a requerir de una prueba observable de felicidad. De acuerdo con Baudrillard, la felicidad se convirtió en algo que debía ser medible en términos de ganancia material, algo que fuera evidente a la vista. Pero estoy rodeado de cosas y aún me siento desanimado. A mi edad, mi abuelo tenía menos pertenencias y más felicidad ¿Qué me dice de eso Sr. Baudrillard? Tal vez la gente de las generaciones anteriores -cuyas vidas se caracterizaron por un gran esfuerzo necesario para sobrevivir- era, paradójicamente, más saludables mentalmente (aunque no tenían iPods). Supongo que eso significa que con simplemente voltear a mi alrededor y ver todas mis encantadoras e innecesarias pertenencias (adquiridas con relativa facilidad) no me sentiré tan feliz como me sentiría si me estuviera partiendo el lomo para conseguir comida. Tal vez la ansiedad que siento no tiene nada que ver con mis pertenencias y, quizá, el problema está en mi cerebro.

El núcleo accumbens es una pequeña estructura en el cerebro localizada dentro del cuerpo estriado, el cual controla el movimiento, y está a un lado del sistema límbico, que está relacionado con las emociones y el aprendizaje. El accumbens es el puente principal entre nuestras emociones y nuestras acciones. Estas funciones emocionales y motoras están fuertemente relacionadas y se extienden a la corteza prefrontal, la cual controla nuestros procesos de pensamiento. Es a esta red accumbens-cuerpo estriado-corteza (el sistema crucial que vincula el movimiento, las emociones y el pensamiento) a la que se le ha denominado "circuito de recompensa cerebral".

Este circuito de recompensa es una red neuroanatómica propuesta que encierra la mayoría de los síntomas asociados con la depresión. De hecho, es posible correlacionar cada síntoma de la depresión con una parte del cerebro en este circuito. ¿Pérdida de placer? El núcleo accumbens. ¿Pereza y respuestas motoras lentas? El centro estriado. ¿Sentimientos negativos? El sistema límbico. ¿Baja concentración? La corteza prefrontal. El cerebro también está programado para obtener un profundo sentido de satisfacción y de placer si el esfuerzo físico produce algo tangible, visible y necesario para la supervivencia, por lo tanto, si salgo al campo y cosecho mi propia comida, mi circuito de recompensa será estimulado, provocando una neurogénesis (producción de nuevas células cerebrales), lo cual se cree es un factor importante para recuperarse de la depresión. Desafortunadamente, no tengo un campo que cosechar.

Pero seguramente debe haber otras formas de ganarme mi camino a la felicidad. Aparentemente, el factor clave en el escenario de esfuerzo-recompensa es el uso de las manos. Nuestras manos son tan importantes que moverlas activa áreas de la corteza cerebral más grandes que las que se activan al mover otras partes más grandes de nuestro cuerpo, como la espalda o las piernas. ¿Qué pasaría si yo tratara de construir algunas de mis pertenencias: construir algunas de esas pruebas observables de felicidad de las que habla Baudrillard? Mi abuelo trabajó como artesano toda su vida, construyendo y tapizando muebles. En lugar de cosechar comida, producía objetos.

Consideré intentar algo similar, tal vez trabajando en una fábrica, pero luego leí a Guy Debord, quien afirma que "la separación general del trabajador y el producto tiende a eliminar cualquier comunicación personal directa entre los productores y cualquier sentido integral de lo que están produciendo". Coincidentemente, mi abuelo construía muebles para personas que él conocía. La mayoría de su trabajo era por encargo -diseñaba un producto único para una necesidad específica. Si yo trabajara en una fábrica, estaría armando bienes producidos en serie para consumidores anónimos. Los frutos de mi trabajo, sin duda, serían añadidos al departamento de algún alma melancólica moderna. Esto es a lo que Debord llama en "círculo vicioso del aislamiento"

A diferencia de las personas de mi generación que son definidas cada vez más por sus pertenencias, mi abuelo nunca tuvo mucho. Pero nunca se quejó de no tener porque estaba muy ocupado siendo. Quizá soy infeliz porque mis preocupaciones están invertidas -Estoy demasiado preocupado en tener como para enfocarme en ser. La realización humana ya no está asociada con lo que soy, sino con lo que tengo. Debord dice que ésta es la segunda etapa de la modernización, "en la cual la vida social se vuelve tan completamente dominada por los productos acumulados que causa un cambio de tener a aparentar, en la que todos los que "tienen" ahora deben obtener su prestigio inmediato a través de las apariencias". Por lo tanto, todo lo que necesito hacer para encajar en la sociedad moderna es aparentar ser el dueño de muchas cosas, pero en realidad no seré ni tendré nada. Necesito una imagen personal. Tal vez éste es el signo visible de felicidad del que Buadrillard hablaba. Debo crear una imagen en la cual esconderme y esta imagen es lo único que puedo producir. ¿En verdad he sido reducido a una imagen cuyo único propósito es mezclarse y relacionarse con otros imágenes aparentemente compatibles? ¿La vida moderna es, en verdad, tan compleja?

Si le preguntamos a Gilles Deleuze y a Felix Guattari, la modernización es "un proceso a través del cual el capitalismo desarraiga y mueve lo que está asentado, elimina o destruye lo que impide la circulación y convierte lo excepcional en algo intercambiable". Esto aplica a tanto cuerpos, símbolos, imágenes, lenguajes, parentescos, prácticas religiosas y nacionalidades, así como a las comodidades, la riqueza y la fuerza de trabajo. Por lo tanto, esta imagen de mi mismo que he creado puede ser comprada, vendida o canjeada pero ¿a dónde va?

Va al espectáculo. La voraz e insaciable bestia que consume todas las imágenes y no deja nada a su paso. El espectáculo es la sociedad, es una lente que absorbe tu imagen y no te da nada a cambio: ni un reflejo, ni una impresión, sólo una representación que está más allá de tu control. La imagen que proyectas se une a otras imágenes de la sociedad "espectacular". Nunca volverás a ver tu imagen de nuevo. Nunca verás el espectáculo porque, al igual que tú, es sólo una sombra en la pared de la caverna platónica. La imagen que he proyectado en este ensayo no soy yo, sino la imagen de una persona que dice ser yo. Todo lo que alguna vez fue vivido directamente se ha convertido en una mera representación. Ya no estás rodeado de objetos, dice Debrod, sino por un espectáculo:

"Ahí donde el mundo real se transforma en simples imágenes, las simples imágenes se convierten en seres reales. El espectáculo, como una tendencia para hacer que uno vea el mundo a través de varias mediaciones especializados, no es identificable sólo con la vista, aun cuando se combine con el odio. Es esto lo que se escapa de las actividades del hombre, lo que se escapa de la reconsideración y corrección de sus obras. Es lo opuesto al diálogo. Donde sea que haya una representación independiente, el espectáculo se reconstituye a si mismo"

Entonces ¿cómo encontramos la felicidad que se le ha negado a nuestra generación? Dopándonos en una sumisión status quo masiva o derrotando al espectáculo que nos roba nuestra esencia singular. Se único. Usa tus manos. Sal y crea.

Jeffrey Andreoni

Translated by the Translator Brigadestranslatorbrigades@gmail.com

David Graeber

Explotando la Burbuja Capitalista.

by
David Graeber

From Adbusters #97: Post Anarchism – #OCCUPYWALLSTREET


Andrea Giacobbe remixed by Steve Keys

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Existe una buena razón para creer que, en una generación o así, el capitalismo como lo conocemos no existirá – obviamente porque, como no paran de repetir los ecologistas, es imposible mantener por siempre un motor de crecimiento perpetuo en un planeta finito, y la actual forma de capitalismo no parece capaz de generar el tipo de enormes adelantos necesarios para poder empezar a colonizar otros planetas. Incluso ante un porvenir en que el capitalismo esté realmente acabando, la reacción más común -incluso por parte de aquellos que se hacen llamar progresistas- es simplemente miedo. Nos aferramos a lo que existe porque no podemos ya imaginar una alternativa aún peor a la existente.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Mis sospechas son que estamos ante las últimas conosecuencias de la militarización del capitalismo americano mismo. De echo, se podría decir que los últimos 30 años han visto la construcción de un vasto aparato burocrático para la creación y mantenimiento de la desesperación, una máquina colosal diseñada, principalmente, para destruir cualquier sentido de alternativa futura. Es una auténtica obsesión por parte de los gobernantes del mundo -en respuesta a los levantamientos de los sesenta y los setenta- el asegurar que los movimientos sociales no se vean crecer, florecer o proponer alternativas; que aquellos que retan a los poderes establecidos no pueden nunca, bajo ninguna circunstancia, ser percibidos como vencedores. Y hacer ésto requiere la creación de un complejo aparato militar, carcelario, policial; varias formas de compañías de seguridad privada y policía y los aparatos de inteligencia militar, y todo tipo de propagandas imaginables, muchas de las cuales no tan inclinadas al ataque directo a las alternativas como a la creación de un clima generalizado de miedo, de una conformidad pseudo-patriota y un sentimiento de desesperación e inutilidad ante cualquier pensamiento de cambiar el mundo. Una fantasía fútil, vana.

El mantenimiento de éste aparato parece más importante para los exponentes del libre mercado que el mantenimiento de cualquier tipo de economía de mercado viable. ¿Cómo si no se puede explicar lo ocurrido en la antigua Unión Soviética? Uno se imaginara que al acabar la Guerra Fría se hubiera llevado cabo un desmantelamiento del ejercito y de la KGB y se hubieran reconstruido las fábricas, pero de hecho lo que paso fue precisamente lo contrario. Éste es solo un ejemplo extremo de lo que ha estado sucediendo en todas partes. En lo económico, el aparato es puro peso muerto; todas las armas, dispositivos de vigilancia y los generadores de propaganda son increíblemente costosos y realmente no producen nada en absoluto y no cabe duda que ésto es, incluso, otro elemento que está haciendo fracasar todo el sistema capitalista – junto con la producción de la ilusión de un futuro capitalista interminable que, para empezar, sienta las bases para interminables burbujas. El capital financiero se convierte en la moneda de compra venta de pedazos de ese futuro, y la libertad económica, para muchos de nosotros, se ha reducido al derecho a comprar una pequeña porción de esa subordinación permanente de uno mismo.

En otras palabras, parece que hay una tremenda contradicción entre el imperativo político de establecer el capitalismo como el único modo posible de administrarlo todo, y el hecho de que ignorar la necesidad no admitida del capitalismo de limitar sus horizontes futuros deja a la especulación, previsiblemente, fuera de control. Cuando la especulación se volvió frenética, y toda la maquinaria implosionó, fuimos puestos en la extraña circunstancia de no haber sido capaces de encontrar otro modo de haber hecho las cosas. Y lo único posible de imaginar es la catástrofe.

David Graeber, un activista anarquista de acción directa, ha sido llamado "el mejor teórico de antropológia de su generación". El ensayo previo es una adaptación de su último libro: Deuda: Los Primeros 5000 Años>.

Translated by the Translator Brigadestranslatorbrigades@gmail.com

La ecologia de la mente

El nacimiento de un movimiento.

by
Kalle Lasn and Micah White

From Adbusters #90: Whole Brain Catalog


Jörg Klaus

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Durante muchas generaciones los humanos han crecido en la naturaleza. Nuestros maestros eran la flora y la fauna y nuestros libros de texto eran las tormentas y el cielo nocturno. A nuestras mentes les gustaba los bosques, los oasis y los deltas alrededor de los cuales nuestras culturas germinaban: caóticas, salvajes y fecundas.

Pero en las ultimas generaciones, hemos abandonado el mundo natural, inmersos en nuestras mismas realidades virtuales. Hoy, el medio ambiente sintético rival de la naturaleza conduce con fuerza nuestras vidas, y el medio ambiente mental ha llegado a ser el terreno donde nuestro destino como humanos está por decidir. Por emigrar de la naturaleza tenemos que hacer algo que nos devuelva a nuestro lugar-tenemos fundamentemente alterado el contexto en el cual viven nuestras vidas.

A lo largo de esta transición a una realidad psicológica diferente, hemos visto como estamos sufriendo enfermedades mentales. Globalmente, humanamente es ahora cuando nos movemos en una epidemia de ansiedad incontrolable, desordenes de la conducta y depresión. Las naciones unidas predicen que la enfermedad mental será mayor que la dolencia de corazón para el 2020.

Porqué está esto pasando? Porqué estamos mentalmente decayendo?

Si preguntas por el incremento general de psicopatologias en el ser humano a los psicologos ellos te harán una lista de muchas cosas; el derribo de la comunidad, la inseguridad de los roles sociales, el estress de la modenidad y la globalizacion y quizá también la química que hay en el aire , el agua y la comida que afecta en nuestro cerebro sin saberlo. Otras culpas que anidan en nuestros cerebros son la agresividad, los mensajes eróticos que nos absorben cada día comercialmente. Y aún otras cosas como el uso continuo de Internet que nos crea adicción y depresión y la revolución digital que quizá se esta reescribiendo en nuestras mentes. Nadie lo sabe seguramente.

Pero esto es adivinar.

Lo que seguimos es precisamente comenzar con una introducción sobre los contaminantes mentales, sobre los virus de información y los shocks sicológicos que nos roban cada día. Unas supervivencia de nuestra “ecologia de la mente”

RUIDO

Durante muchas generaciones el ruido ambiental era la lluvia y el viento y el paso de la gente. Ahora la banda sonora es total espectral, irreconocible. Desde el fuerte ruido en las máximas horas de tráfico, al constante sonido del frigorífico y el zumbido de tu monitor, varios tipos de ruidos(azul, blanco, rosa, negro) son continuamente repetidos en tu cerebro. Y el volumen llega a ser una locura. Dos, quizá tres generaciones han llegado ya a tener una adicción a la estimulación .No podemos trabajar sin la música de fondo. No podemos correr sin auriculares. No podemos dormir sin un iphone metido en los oidos. La esencia de nuestra era postmodernista llega a encontrarse en este tipo incesante de zumbidos en el cerebro. Intentando hacer sensible al mundo sobre el alboroto libre en el que están viviendo.- tu lo conseguirás, pero a un nivel disminuido de atención y bienestar

Tranquilo te sentirás extraño, pero es la tranquilidad lo que necesitas. Un silencio que llega a ser la salud mental, que llega a limpiar el aire, el agua y sea la salud de tu cuerpo. La tranquilidad del medio ambiente es la que llegará a limpiar lo mental y así llegues a encontrar un humor calmado y liberarte de la depresión

INFOTOXICOS E INFOVIRUS

Desde el momento en el que el despertador suena por la mañana a primera hora de TV, publicidades de contaminación comercial vuelan en tu cerebro en un radio de 3000 mensajes de marketing por dia.Cada día, son estimados unos 12 billlones de visualizaciones, más de tres millones de radios comerciales, más de 200000 televisiones comerciales y un sinfin de números de línea más y spam de emails son introducidos dentro de la mente colectiva. Las corporaciones advierten que es el único experimento mas largo psicológico que llevar fuera de la carrera humana. Aun el impacto en nosotros permanece no estudiado y largamente desconocido.

LA EROSION EMPATICA

La primera vez que vimos a un niño hambriento en la televisión nos quedamos horrorizados. Quizá hasta enviamos monedas. Pero como esas imágenes llegaron a sernos familiares, nuestra compasión diminuyó. Eventualmente esas imágenes empiezan a fastidiarnos, a molestarnos. Y ahora no sentimos nada cuando vemos a otros niños hambrientos.

La agencia del norte America es testigo de media docenas de actos de violencia ( asesinatos, disparos, asaltos, persecuciones de coches, violaciones) por hora desde primera hora en television Con respecto al sexo en los medios de comunicación y al porno en Internet, Todos sabemos que nos atrapan nuestra atención y que la para desde el zapping : pucheros, labios,cancer de mama, jóvenes superfuertes. Creciendo en una violencia, eroticamente comunicacion medios cambian nuestras psiques según niveles de cimientos. Esta distorsion de nuestra sexualidad-el camino que sientes entonces alguien de repente coloca una mano en tus hombros o o te abraza o coquetea contigo-como nosotros tenemos que pensar sobre nosotros mismos y nuestro ser. Y la constante subida del comercio escrita, violencia encajada, seudo sexo que nos hace mas voyeuristas, insaciable y agresiva. Entonces, algun lugar através de las lineas, nada- no siempre violaciones, tortura, genocidicos, o Guerra pornografica-nos impacta

El comercio de los medios de comunicación son para el medio ambiente mental lo que las fábricas son para el medio ambiente psíquico una fábrica de vertederos contaminados en el agua y aire porque eso es el camino más eficiente para producir plástico o madera o acero. Una estación de televisión o pagina web contamina el medio ambiente cultural porque eso es el camino más eficiente para producir audiencia. Es pagar la corrupción. La lluvia radiactiva psíquica es justo el coste de tiro al hoyo de el show

PERDIDA DE LA INFODIVERSIDAD

La información que consumimos es cada vez más difícil de allanar y homogeneizar. Diseñada para alcanzar a millones, es a menudo por la carencia de un matiz, complexión y contexto. Leyendo las mismas cosas en Wikipedia y viendo el mismo video vírico en youtube, nuestra experiencia es allanar la cultura.

La homogeneización cultural tiene graves consecuencias en las culturas, estas tienen lo mismo, el mismo peinado, las mismas frases de modas, las mismas travesuras de héroe y los mismos video clips que difunden hasta el cansancio alrededor del mundo. En todos estos sistemas, la homogenización es veneno. La falta de diversidad pesa a la ineficiencia y al fracaso. La infodiversidad es como critica para la supervivencia a largo plazo y para la biodiversidad. Las dos son cimiento para al existencia humana.

LA FRAGMENTACION DE TU PSIQUE (SINDROME CEREBRAL NERVIOSO)

Al principio toda la informacion era maravillosa. Sentias como si la adiccion de alto el conocimiento era solo un hipereslabon, y nosotros saltamos felizmente bajo el infotrail, enviando emails a nuestros amigos, haciendonos adictos a los marcadores de paginas y comprando de sitio a sitio retrasandonos en la noche. Pero como el inicial brillo se iba apagando, fuimos dejándonos en el estado del aturdimiento digital; incapacidad de concentración, sentir flojera, ansiedad y fatiga.

Para muchos de nosotros, lo que fue una excitante carrera se fue convirtiendo en una compulsión diaria. Nuestos smart phones, netbooks y los ordenadores ahora nos mantienen constantemente en linea. Mientras estamos en el supermercado nos sirve de de entretenimiento estar en linea, mientras leemos un libro o estamos esperando turno en un concierto. Nos mantenemos junto a nuestros amigos recibiendo quick de actualizacion de Twitter. Nos mantenemos al final del riachuelo de la conectividad. Y las futuras generaciones quizá esten más enganchas. Un centro de investigación de estudios encontró que los jóvenes americanos envian 50 o mas mensajes de texto al dia y de uno a 3 envian mas de 100 al dia. Otro estudio de la fundacion de la familia Kaiser reporta que los niños americanos entre edades de 8 a 18 años están mas de 7 horas y medio al dia usando algun tema electronico.

Nuestras vidas conectadas quiza ahora son imparables nuestra habilidad para buscar un sostenido continuo de la linea de pensamiento, es pensar profundamente sobre algunas cosas y quiza siempre buscar “la altura de extasis y la pofundidad de la tragedia” en nuestra vida creativa. Quizá debamos estar sufriendo la infoenfermedad de la que nicholas carr fue diagnosticado por el mismo “sobre el pasado de pocos años”el escribó.

“fui teniendo un incomodo sentido de algo , o alguien, era siendo un cerebro de hojalara, reparando los circuitos neuronales, reprogramando la memoria,… lo que la misma red esta siendo esta astillando mi capacidad de concentración y la contemplaxion. Mu mente ahora esta espera llevar el camino de la información a las redes distribuyendola; en un movimiento radiro de tormenta de particular. Una vez más fui un submarinista en el mar de las palabras.Ahora cierro a través de la superciede un tipo de avion

CORRIENDO FUERA DE LA CULTURA

En la carrera por al expansión economica estamos empobreciendo las reservas de petróleo, desforestando los bosques antiguos y hasta secando los surtidores de agua. Estamos empobreciendo la “gran vieja cultura” – secando la historia, mitologia, musica, arte y las ideas que greneraciones anteriores nos dejaron de herencia. Todos nuestro pasado esta siendo escogido aquí, reciclado, regularizado y reutilizado

Jaron Lanier, el padre de la realidad virtual, es quizá el más respetado y sobresaliente tecnologista al identificar unos problemas deficientes de nuestra salud cultural. En Tu no eres un artículo:un manifiesto, Lanier escribe que nuestra cultura esta llegando a ser una vuelta nostálgica donde la autentica “primera orden expresión” es picada y mascada en un pieza derivativa de “segunda orden de expresión” y aunque lanieres timidamente desde la proposición de un método infalible para distinguirlo entre los dos, el sugiere que se distinga que la primera orden de expresión es la que algo contribuye” genuinamente ahora el mundo ” donde las palabras se reciclan, repiten y falla la innovación.

El resultado es una sociedad que trata nuestra herencia cultural como un recurso de explotación. .En vez de producir nuevas palabras de arte genuino que reponga nuestro medio, nosotros celebramos al amateur de quien hace mucho pero no contribuye en nada de valor a la conversación cultural. Esta situación llega a ser especialmente alarmante en cuanto consideramos la finita cantidad de nutrientes en nuestra tierra., donde la finita cantidad de creatividad es el pasado que puede ceder. El gran arte es raro, y solo quiza podemos desatar después el poder original de que una creación realmente artistica está perdida. Y sin la producción de la autentica cultura, nuestra salud mental es un peligro que llega a ser una limpieza corte parámo, sobre la agricultura y agotado.

En palabras de lanier “nuestra cara a esta situación es efectivamente la de personas que están comiendo la reservas de semillas”

EL MOVIMIENTO MEDIO AMBIENTAL DE LA MENTE

Estamos al borde de una catastrophe sinergica. Financialmente ecologicamente y se avecina un colapso etico en el horizonte a un ritmo de enfermar continuamente.El mundo está literalmente demente.

Pero como muchas personas dan señal de su ansiedad. Disordenes de humor y depresiones vuelven al toxico de nuestro mundo mental, los primeros murmullos de inserrecion pueden apenas oirse. Desde . From la deformante cartelera a separarse para intentar frenar a las provocaciones revolucionarias en los estados caidos, somos testigos del origen del remordimiento que es la quinta esencia del levantamiento en el siglo 21. Lo que llegarña a ser uan vuelta a los salvaje de nuestra alma, un disturbio contra la producion de las corporaciones de im

— Kalle Lasn y Micah White

Translated by the Translator Brigadestranslatorbrigades@gmail.com

Realismo Ecológico

La ciencia, nos prometieron, resolvería todos nuestros problemas ecológicos.

by
André Gorz

From Adbusters #93: The Big Ideas of 2011


Armando Alvarez

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El crecimiento económico, del cual se suponía que era capaz de garantizar la prosperidad y el bienestar de todo el mundo, ha creado necesidades más rápido de lo que podía satisfacerlas, y nos ha metido en una serie de callejones sin salida que no son de carácter meramente económico. El crecimiento capitalista está en crisis pero no sólo porque es capitalista sino porque se está topando con límites físicos. Es imposible imaginar paliativos para cualquiera de los problemas que han originado la crisis actual. Pero lo que la hace diferente es que será inevitablemente agravada por cada una de las sucesivas y parciales soluciones aparentes a dichos problemas. 

Aunque posee todas las características de las clásicas crisis de sobreproducción, la crisis actual posee además un número de nuevas dimensiones que los marxistas, salvo raras excepciones, no preveyeron y que lo que hasta ahora se ha entendido por "socialismo" no resuelve adecuadamente. Es una crisis de la relación entre la esfera individual y la económica como tales; una crisis en el carácter del trabajo; una crisis en nuestras relaciones con la naturaleza, con nuestros cuerpos, con nuestra sexualidad, con la sociedad, con las generaciones futuras, con la historia; una crisis de la vida urbana, del hábitat, de la práctica médica, de la educación, de la ciencia. 

Sabemos que nuestro actual modo de vida no tiene futuro; que los niños que traeremos al mundo no usarán durante su vida adulta ni petróleo ni un número de metales que hoy nos son familiares; que si los actuales programas nucleares son implementados, las reservas de uranio habrán sido agotadas para entonces. Sabemos que nuestro mundo se está acabando; que si seguimos como antes, los océanos y los ríos serán estériles, la tierra infecunda, el aire irrespirable en las ciudades y la vida un privilegio reservado para los especímenes seleccionados de una nueva raza humana, adaptada por el condicionamiento químico y la programación genética para sobrevivir en el nuevo nicho ecológico, forjados y sostenidos por la ingeniería biológica.

Sabemos que durante ciento cincuenta años la sociedad industrial se ha desarrollado a través de un acelerado saqueo de las reservas naturales cuya creación requirió decenas de millones de años y que hasta hace muy poco los economistas, tanto clásicos como marxistas, han rechazado como irrelevantes o "reaccionarias" las cuestiones relativas al futuro a largo plazo – tanto del planeta como de la biosfera y de la civilización. "A largo plazo todos estaremos muertos" dijo Keynes, afirmando sarcásticamente que el horizonte de un economista no debería exceder de los 10 o 20 años. La "ciencia", nos aseguraron, encontrará nuevos caminos; la ingeniería descubrirá nuevos procesos que hoy no podemos ni tan siquiera soñar. 

Pero la ciencia y la tecnología han acabado por hacer este descubrimiento central: toda la actividad productiva depende de tomar prestados los recursos finitos del planeta y de organizar una serie de intercambios con el frágil sistema de equilibrios múltiples.

El objetivo no es deificar la naturaleza o "volver" a ella, sino tener en cuenta un simple hecho: la actividad humana encuentra sus límites en el mundo natural. Ignorar estos límites desencadena una violenta reacción cuyos efectos ya estamos sufriendo en formas concretas  si bien generalmente incomprendidas: nuevas enfermedades y formas de mal-estar, niños inadaptados (¿pero inadaptados a qué?), decreciente esperanza de vida, decrecientes rendimientos físicos y resultados económicos y una decreciente calidad de vida a pesar del aumento de los niveles de consumo material. La respuesta de los economistas hasta ahora ha consistido esencialmente en tachar de "utópicos" e "irresponsables" a quienes han centrado su atención en los síntomas de la crisis en nuestra relacíon fundamental con el mundo natural, una relación en la cual se basa toda actividad económica. El concepto más atrevido que la moderna economía política se atrevió a concebir fue el de "crecimiento cero" en el consumo físico. Solo un economista, Nicholas Georgescu-Roegen, ha tenido el sentido común de señalar que, incluso con crecimiento cero, el consumo contínuo de recursos escasos resultará inevitablemente en su completo agotamiento. El objetivo no es abstenerse de consumir más y más, sino consumir menos y menos – no hay otra forma de conservar las reservas disponibles para las generaciones futuras. En esto consiste el realismo ecológico. 

La objección estandar es que cualquier esfuerzo para poner freno al proceso de crecimiento o para reservarlo perpetuará o incluso empeorará las desigualdades existentes y provocará un deterioro en las condiciones materiales de vida de quienes ya son pobres. Pero la idea de que el crecimiento reduce la desigualdad es incorrecta – las estadísticas demuestran, por el contrario, que lo opuesto es cierto. Se objetará que estas estadísticas se aplican sólo a los países capitalistas y que el socialismo produciría una mayor justicia social; ¿pero por qué debería ser necesario entonces producir más cosas? ¿No sería más racional mejorar las condiciones de vida y su calidad haciendo un uso más eficiente de los recursos; produciendo cosas diferentes de forma diferente; eliminando resíduos; y negándonos a producir socialmente aquellos bienes que son tan caros que nunca podrán estar al alcance de todos o que son tan engorrosos y contaminantes que sus costes superan sus beneficios así se hagan disponibles para la mayoría?

Los radicales que se niegan a examinar la cuestión de la igualdad sin crecimiento meramente demuestran que el "socialismo" para ellos no es nada más que la continuación del capitalismo por otros medios – la extensión de los valores, estilo de vida y patrones sociales de la clase media que los miembros más ilustrados de esa clase, bajo la presíon de sus hijos y hijas, ya han comenzado a rechazar.

Hoy la falta de realismo no consiste en abogar por un mayor bienestar a través de la inversión del crecimiento y la subversión del estilo de vida imperante. La falta de realismo consiste en imaginar que el crecimiento económico aún pueda provocar mayor bienestar humano – y que de hecho eso sea siquiera físicamente posible. 

André Gorz, en Economía como Política. Filósofo y periodista francés, rehusó oponerse al despliegue de misiles de EE.UU. en Alemania del Oeste en 1983, como reproche a los movimientos pacifistas con los que anteriormente se había alineado.

Traducido por las Translator Brigades – translatorbrigades@gmail.com – ¡Ayúdanos a traducir Adbusters! / Help us in translating Adbusters!

El Narcisismo es la Comida Rápida del Alma

¿Hora de reducir?

by
Adbusters

From Adbusters #91: Who Owns Terror


Photo by Roderik Henderson, Transvoid: The Mental Desert

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La sociedad ha estado debatiendo durante décadas sobre los efectos negativos de la publicidad. Pero ahora, de repente está teniendo lugar una verdadera reacción en su contra con cambios reales emergiendo en países de todo el mundo.

Sao Paulo promulgó en el 2007 una prohibición casi total de la publicidad al aire libre y España aprobó una nueva ley restringiendo la publicidad que promueva el "culto al cuerpo", incluidos productos de adelgazamiento, operaciones quirúrgicas y tratamientos de belleza. Restricciones a los anuncios de alcohol y tabaco han supuesto significativas victorias en muchos paises, así como los límites a la publicidad en los programas televisivos infantiles. 

Ahora un informe en el Reino Unido del think tank Compass titulado "The Advertising Effect" ("Los efectos de la publicidad") ha supuesto una valiente llamada para profundizar en estas acciones.

Compass pide nuevas políticas públicas radicales para restringir y controlar la publicidad, una industria cuyo objetivo, dicen, es "la creación de un estado de ánimo de inquieta insatisfacción con lo que tenemos y con quien somos para que salgamos a comprar más"

El plan de ataque de Compass incluye nuevos impuestos sobre los anunciantes y una prohibición completa de la publicidad en espacios públicos, toda la publicidad sobre productos alcohólicos y el marketing viral. Pero es su insistencia en ilegalizar la publicidad a niños menores de 12 años lo que es verdaderamente revolucionario. Compass advierte del papel que la publicidad desempeña en la ruptura de las familias, la alienación de los adolescentes y su sexualización prematura e insisten en que "la infancia debería ser protegida hasta que sus mentes puedan lidiar con las complejas técnicas de ventas – deberían ser libres para ser niños y no simples consumidores".

Será la próxima generación la que decidirá en última instancia si proseguir con nuestro estilo de vida hiperconsumista o abrazar un nivel de vida más sostenible. Debemos dar todos los pasos necesarios para prevenir su adoctrinamiento y contrarrestar los efectos de la publicidad. La fuerza y alcance del billón de dólares anuales de la industria publicitaria es espantoso, pero a medida que la conciencia crece y se van produciendo cambios tangibles, hay esperanza de que esta omnipresente influencia en nuestras vidas puede ser reducida en el futuro. 

El equipo

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Vivir Sin Tiempo Muerto

¿Qué significa para tí?

by
Micah M. White

From Adbusters #97: Post Anarchism – #OCCUPYWALLSTREET


Charles Peterson

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Vivir sin tiempo puerto implica encarnar un gran rechazo, encontrar placer en la lucha, transformar cada momento de la existencia en un repudio a la pesadilla consumista y una afirmación de la posibilidad revolucionaria. Un semestre, un año, una década sin Big Macs, Frappucinos y World of Warcraft, pero desbordantes de aventuras a media noche y vallas publicitarias saboteadas, de agricultura de guerrilla y espectaculares movilizaciones de batallas de memes sincronizadas a nivel global. Imagina un gran número de nosotros empezando a vivir de esta manera, transformando la vida diaria en una forma de resistencia que reencante la ciudad y haga renacer la promesa de la insurrección popular. El camino a seguir es a través de este tipo de juego radical.

¿Hacia donde podemos ir desde aquí? ¿Es #OCCUPYWALLSTREET el primer paso para este nuevo estilo de vida radical?

Micah White

Translated by Translator Brigadestranslatorbrigades@gmail.com

Rechazar el clicktivismo

El camino a seguir no vendrá a través de las pantallas.

From Blackspot Blog

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El mundo necesita desesperadamente una revolución cultural. Mientras algunos de nosotros vivimos esclavizados para producir objetos que no podemos permitirnos, otros se afanan en consumir artículos de lujo que no necesitan. Ninguno de ellos vive una vida satisfactoria, ni es feliz y ambos desempeñan su papel en el continuo expolio y destripamiento de la tierra. La sociedad de consumo se basa en este círculo vicioso que encadena a unos a su puesto de trabajo en la fábrica y a otros a las pantallas de sus cubículos. Es un ciclo crecientemente inhumano que se nos ha ido por completo de las manos, enterrando a la humanidad en el abismo de guerras climáticas y locura cultural. Todo esto ya lo sabemos. Lo que no está tan claro es cómo cambiar esta situación. 

Una respuesta que viene imponiéndose sobre a todas las demás es que el futuro del activismo es online. Deslumbrados por la promesa de  alcanzar un millón de personas con un solo click, la transformacón social se ha puesto en manos de una tecnocracia de programadores y expertos en “social media” que construyen fastuosas y caras páginas webs y campañas virales que amasan millones de direcciones de correo electrónico. Tratando las direcciones de email como equivalentes a miembros, estas organizaciones presumen de su gran tamaño y restan importancia a la pequeñez de su impacto. Lo que importa es la cantidad. Para continuar creciendo, empiezan por consultar a expertos en marketing que les aseguran que las “mejores prácticas” recomiendan elaborar mensajes que atraigan al mayor número de personas. Así los grupos de discusión, tests A/B y encuestas a los socios reemplazan una filosofía fuerte, visión por el cambio radical y cuadro de obstinados militantes. 

 

INo sorprende que sus capañas pronto acaban pareciéndose a la publicidad: la mensajería email es sometida previamente a estudios de mercado y las ratios de clicks dominan cualquier otra consideración. En su afán por la cantidad, se relega la pasión. Sin embargo, a cada día que pasa se les hace más difícil obtener respuesta por parte de sus “miembros”. No tardan mucho en chocar de frente con la lamentable media de la industria de activistas online: menos de uno de cada veinte de sus miembros hace click en sus emails, el resto simplemente los borra. (Es un secreto a voces en las organizaciones progresistas de Bay Area que una tasa de respuesta de un 5% es lo normal). Así pues, a pesar del tamaño masivo, colosal de sus listas, tan solo pueden contar con movilizar una minúscula respuesta para cualquiera de sus acciones. Para incrementar los índices de clic, diluyen sus mensajes y hacen sus “preguntas” más sencillas y sus “acciones” más simples. En seguida, la decepción del “clique para firmar” queda atrás y el mero hecho de abrir un email se considera una firma de la petición. Y aún así, a medida que su lista de miembros engorda, la porción activa de sus bases desaparece. Y lo que es peor, a medida que activistas digitales bien intencionados descubren esto, se les va dejando atrás por campañas publicitarias poco honestas que los presentan como verdaderos agentes del cambio.  

Así pues, nos encontramos con la extraña situación en que la famosa organización internacional contra el cambio climático TckTckTck, con más de 10 millones de miembros y 350 organizaciones asociadas – incluyendo Greenpeace, 350, WWF, OXFAM, etc – está en manos de Havas Worldwide, la sexta mayor empresa publicitaria del mundo. Entre los clientes de Havas se encuentran Wal-Mart, Coca-Cola, Pfizer, BP y el resto de los que cabe culpar por todo esto. 

Al poner el activismo en manos de tecnócratas, hemos hecho un flaco favor a la noble tradición de agitación revolucionaria que ha traído a la humanidad todo desarrollo igualitarista. Hemos cambiado la dificultad de comprometerse en las luchas del mundo real por la comodidad de enviar emails y hacer click en links. Y digo esto a sabiendas de que los activistas-digitales lo suscriben y que la nueva generación está ansiosa por ofrecer sus servicios, proclamándose como los pioneros del puntero campo consistente en convertir direcciones de correo electrónico en cuerpos en la calle. Pero debemos resistir su supuesta condición de expertos en la materia y sus éxitos definidos por la cantidad. El camino a seguir no vendrá a través de las pantallas. 

El activismo, correctamente entendido, persigue la revolución atacando los problemas de raíz. Sostiene una crítica esencial de la sociedad que no puede ser resuelta, o recuperada, sin un profundo cambio cultural.  Cada era debe encontrar y afinar la crítica y usarla con persistencia para atacar repetidamente el orden social existente. La crítica esencial de nuestra generación es la perspectiva del medioambientalismo mental que concibe el consumismo como una plaga sobre la tierra retroalimentada por la polución mental de los publicistas. 

El futuro del activismo no es online; es una insurrección espiritual contra la contaminación mental. Y eso comienza por apagar nuestras pantallas. 

Micah es un Editor Colaborador de Adbusters y un activista independiente. Vive en Berkeley y está escribiendo un libro sobre el futuro del activismo. www.micahmwhite.com o micah (at) adbusters.org. 

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